lunes, 13 de agosto de 2007

Sueños de papel (sobre la futura sede de la Archicofradía de las Penas)


Mientras escribo estas líneas alzo la vista a un pequeño tablón de corcho con recuerdos y fotos. No hace mucho que coloqué en él, el dibujo del alzado principal del futuro Oratorio y Casa hermandad. Quizás sea para que me vaya familiarizando con la futura Casa de todos. Ahora son unas líneas rectas sobre un papel. El papel de un sueño. Las realidades vendrán pronto. Mañana probablemente alzaré la mirada en pozos Dulces y me encontraré una realidad de ladrillos. Allí, en las primeras horas del Miércoles Santo cuando el agotamiento se haga con todos nosotros, seremos conscientes del duro esfuerzo y el sacrificio llevados en una eterna chicotá de trabajo y dedicación.

Hace ya unos años que nos revestimos la túnica en un cabildo soberano mientras tocábamos la campana de la ilusión, y una vez que metimos el hombro aunque no todos con la misma fuerza, se abrieron las puertas de una iglesia que ya no nos esperará para la recogida. Hoy estamos un poquito mas cerca. Descrubriremos para Málaga , otra vez, nuevos caminos y nuevos balcones. Saetas no pretendidas en una Puerta de Antequera.

Anhelo palilleras de elegancia y "Amarguras" que besarán por primera vez unos peñascos legendarios. Allí, Quiero que demos ejemplo como siempre, como cuando el Conde de Buenavista se asomaba a su balcón para vernos pasar por su calle, aquella primera vez, cuando semanas antes se había gustado en cubrir la reja con un repostero granate. En esa misma calle donde los niños del Colegio colindante con la iglesia correteaban entre nuestros nazarenos. O tal vez cuando llegamos ya no había colegio ni Conde, pero como si los viera. Y vuelvo a alzar la vista a imaginar momentos íntimos de soberbias penitencias. Con nuestra Madre y Nuestro Señor. Ahora voy a cerrar los ojos para sentir que ya, hermanos míos, queda menos.

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